miércoles, 7 de noviembre de 2018

Restaurante Delirant


El post de hoy lo vamos a dedicar al restaurante "Delirant" en Madrid, conocido por hacer trampantojos en algunos de sus platos. Los trampantojos, como su propio nombre indica, son trampas para el ojo, es decir, que aparentemente parece un plato pero luego en realidad al probarlo es otro diferente con ingredientes totalmente distintos.



El local está decorado de forma moderna y sencilla y, al final del mismo, hay una zona de biblioteca donde también hay mesas para poder comer en un ambiente muy agradable.

En su carta tienen el listado de platos que sirven pero sin dar pistas de lo que realmente llevan, para que así sea más divertido probarlo (aunque el camarero a la hora de tomar nota te orienta, sobretodo para evitar disgustos si hay algún comensal con alguna alergia o intolerancia).

Nada más tomarnos nota nos trajeron la bebidas y un aperitivo a base de chips de tubérculos y palomitas con especias (en nuestro caso nos tocaron con curry), un entrante original y generoso en cuanto a cantidad del que fuimos picoteando durante toda la cena.

Chips de tubérculos y palomitas con especias

Decidimos pedir todos los entrantes y platos para compartir, así pudimos probar más sabores y platos diferentes. Comenzamos con varios entrantes individuales, de los que las cantidades eran pequeñas, pero nos llamaron más la atención que los que eran para compartir.

Comenzamos con un gnocchi bravo, de gran tamaño comparado con los que estamos acostumbrados a comer y relleno de alioli tostado con soplete y salsa brava. Es decir, una patata brava con forma de gnocchi. Tenía un sabor bastante rico, nos hubiéramos comido unos cuantos más, jajaja.

Gnocchi bravo

Continuamos con una Macdalena, que se trata de una hamburguesa con forma de magdalena. Nos pareció súper original y el sabor riquísimo, muy jugosa, viene acompañada de ketchup para que lo añadas a tu gusto.

Macdalena

Después probamos el churro de rabo de toro, sin duda un básico, nos encantó lo jugosa que estaba la carne y la salsa tenía un sabor muy suave y ligero. En cuanto al trampantojo, nos pareció que tenía forma de puro más que de churro, ¡pero lo importante es que de sabor estaba espectacular!

Churro de rabo de toro

Para finalizar los entrantes pedimos un hot dog cuack kwak, un perrito caliente con carne de pato mezclada con cerveza kwak, también súper bueno, aunque este plato no era ningún trampantojo.

Hot dog cuack kwak

Como plato principal pedimos para compartir un steak & longaniza tartar, ya sabéis que allá donde vamos, si tienen un tartar, es muuuy probable que lo pidamos, jajaja. Estaba rico, aunque para nuestro gusto tenía un toque un poco alto de mostaza, así que tapaba un poco el sabor del resto de ingredientes.

Steak & longaniza tartar

De postre pedimos un par de huevos fritos con patatas, otro trampantojo que simulaba este plato pero que en realidad llevaba yogur (formando la clara del huevo), helado (formando la yema), tiras de piña caramelizadas (como si fueran las patatas fritas) y mermelada de fresa (simulando el ketchup). Muy original, divertido a la vista y rico de sabor.

Un par de huevos fritos con patatas

El trato de los camareros fue muy amable, estuvieron pendientes de que no nos faltara nada, nos guiaron a la hora de pedir y recomendaron los platos estrella del restaurante. Sin duda es una experiencia diferente y divertida para ir e intentar descubrir los ingredientes que realmente llevan los platos.

Bon appétit!

No hay comentarios:

Publicar un comentario