Hace tiempo que queríamos ir a comer a un restaurante vegetariano, ya que nunca lo habíamos probado, por eso nos decidimos ir a "Artemisa", que son los primeros restaurantes vegetarianos que abrieron en Madrid hace casi 30 años para ofrecer una cocina sana pero con una cuidada elaboración de sus platos.
Además, desde 2016 su carta también es apta para celíacos, ya que todos los platos de su carta son 100% libres de gluten.
Tienen dos restaurantes en pleno centro de la capital, uno muy cerca de Gran Vía y otro en el barrio de Huertas, aunque también puedes pedir comida a domicilio desde la web Veganook's. Nosotros fuimos al de Gran Vía a comer un sábado y nos encontramos con un local decorado de forma muy original, donde todo recordaba a verduras y frutas, con varios bodegones y dibujos en las paredes.
Al llegar nos sirvieron el pan artesano ecológico de centeno y un poco de mantequilla, junto con un aperitivo de nachos con tapenade de aceitunas negras y zanahoria rallada.
Su amplia carta cuenta con entrantes, ensaladas, primeros, segundos, pastas, pizzas, wok, postres... y un apartado especial con platos veganos. También cuenta con menús degustación para probar varios de sus platos estrella, y nosotros nos decidimos por pedir uno de ellos, en concreto en plato degustación Cibeles, con mousaka de berenjena, cous cous de quinoa con salsa Marrakech (miel, canela y cebolla), escalibada con queso de rulo de cabra, crêpes de champión y palitos de tofu con salsa teriyaki.
Nos decidimos a probar este plato sobretodo por el tofu, ya que lo habíamos probado en otra ocasión y no nos había gustado mucho, pero queríamos darle otra oportunidad. Estaba muy rico y la combinación con la salsa teriyaki nos pareció todo un acierto, ¡estaba todo buenísimo!
En cuanto a cantidad, para dos personas estaba bastante bien, nos quedamos satisfechos, pero queríamos probar también uno de sus postres, por lo que pedimos el bizcocho vegano, de algarroba y yogurt de soja, relleno de arándanos y castañas. La textura era un poco densa para nuestro gusto, pero de sabor nos gustó, llevaba algunos ingredientes que no habíamos probado y tomamos nota para hacer nosotros en casa futuras recetas con ellos.😉
En resumen, nuestra primera experiencia en un restaurante vegetariano fue bastante buena, nos gustaron mucho los platos que probamos y el servicio fue muy amable con nosotros, ¡seguro que volveremos!
Bon appétit!
Además, desde 2016 su carta también es apta para celíacos, ya que todos los platos de su carta son 100% libres de gluten.
Tienen dos restaurantes en pleno centro de la capital, uno muy cerca de Gran Vía y otro en el barrio de Huertas, aunque también puedes pedir comida a domicilio desde la web Veganook's. Nosotros fuimos al de Gran Vía a comer un sábado y nos encontramos con un local decorado de forma muy original, donde todo recordaba a verduras y frutas, con varios bodegones y dibujos en las paredes.
Al llegar nos sirvieron el pan artesano ecológico de centeno y un poco de mantequilla, junto con un aperitivo de nachos con tapenade de aceitunas negras y zanahoria rallada.
Su amplia carta cuenta con entrantes, ensaladas, primeros, segundos, pastas, pizzas, wok, postres... y un apartado especial con platos veganos. También cuenta con menús degustación para probar varios de sus platos estrella, y nosotros nos decidimos por pedir uno de ellos, en concreto en plato degustación Cibeles, con mousaka de berenjena, cous cous de quinoa con salsa Marrakech (miel, canela y cebolla), escalibada con queso de rulo de cabra, crêpes de champión y palitos de tofu con salsa teriyaki.
Nos decidimos a probar este plato sobretodo por el tofu, ya que lo habíamos probado en otra ocasión y no nos había gustado mucho, pero queríamos darle otra oportunidad. Estaba muy rico y la combinación con la salsa teriyaki nos pareció todo un acierto, ¡estaba todo buenísimo!
En cuanto a cantidad, para dos personas estaba bastante bien, nos quedamos satisfechos, pero queríamos probar también uno de sus postres, por lo que pedimos el bizcocho vegano, de algarroba y yogurt de soja, relleno de arándanos y castañas. La textura era un poco densa para nuestro gusto, pero de sabor nos gustó, llevaba algunos ingredientes que no habíamos probado y tomamos nota para hacer nosotros en casa futuras recetas con ellos.😉
En resumen, nuestra primera experiencia en un restaurante vegetariano fue bastante buena, nos gustaron mucho los platos que probamos y el servicio fue muy amable con nosotros, ¡seguro que volveremos!
Bon appétit!
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