Hoy inauguramos una nueva sección en el blog donde hablaremos sobre diferentes restaurantes a los que hayamos ido, normalmente de Madrid, y donde os contaremos nuestra experiencia.
Comenzamos con la famosísima "Taberna La Bola" de Madrid, un restaurante familiar que abrió sus puertas en 1870 y que ya va por la cuarta generación de dueños de la misma familia.
Nada más entrar puedes contemplar una decoración clásica, acorde con su espíritu y la esencia de su carta: platos de toda la vida que a todos nos encantan.
Cuando nos sentamos a comer pedimos dos de las especialidades: cocido madrileño y cordero. Ambas raciones son bastante generosas, sobretodo el cocido, ¡así que no os vais a quedar con hambre! Tiene un sabor muy casero, a mí me recordó a cómo saben los de las abuelas, que hacían pacientemente durante tantas horas y con tanto cariño.
Primero sirven la sopa de fideos vertiendo el caldo de la jarra de barro, después el contenido de la jarrita con los garbanzos, patata, jamón, carne, chorizo y tocino, acompañado de salsa de tomate casera, cebolleta, piparras y un plato de repollo.
El cordero también estaba espectacular, se nota que está asado muy despacito, por fuera estaba muy crujiente y por dentro muy tierno, ¡riquísimo!
Lo acompañan de patatas fritas caseras y pimientos de Guernika.
Para terminar, nos pedimos un postre para compartir, los buñuelos de manzana con helado, por arriba tienen el rebozado del buñuelo y por debajo la suavidad de la manzana, nos sorprendieron gratamente por lo rica que está la fusión de todos los sabores, ¡sin duda os los recomendamos!
Sin duda, es un restaurante para repetir, tanto por la calidad de sus platos como por el amable trato del personal, atentos de que no nos faltara nada en todo momento, y de Mara, su dueña.
El precio medio por comensal es de 30€ aproximadamente.
Bon appétit!
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