miércoles, 27 de diciembre de 2017

Bodegas Portia


Hoy os vamos a hablar de nuestra visita a las Bodegas Portia, situadas en Gumiel de Izán, un pueblo de Burgos. Fuimos porque este año se ha organizado allí la comida de Navidad de mi empresa, y ha sido una oportunidad increíble para conocer de primera mano cómo funciona una bodega, los pasos a seguir y la maquinaria que se utiliza para fabricar el vino, y por supuesto, para probarlo en la cata que hicimos tras la visita.




Primero nos explicaron que el edificio fue diseñado por el arquitecto británico Norman Foster, que creó un edificio moderno y futurista inspirado en una estrella de tres puntas, con acabados en acero, hormigón, madera y vidrio, materiales con los que convive el vino desde su creación hasta su embotellado y venta.

El edificio, además de llamarnos la atención por su estética, tiene una gran funcionalidad, ya que esta forma de estrella consigue que el proceso de recolección durante la vendimia, estrujado de las uvas, maceración y fermentación y crianza del vino se realice en los pétalos de la flor, evitando grandes distancias entre cada una de las salas, lo que ahorra mucho tiempo durante el proceso.

Máquina para el estrujado de las uvas

Máquinas para la maceración y fermentación del vino

Crianza del vino en barricas de roble 

Crianza del vino en barricas de roble 

Envejecimiento en botella

Envejecimiento en botella

Envejecimiento en botella

Nos explicaron el proceso de creación del vino paso a paso tal y como se producía en esta bodega, contándonos el funcionamiento de cada máquina, el tiempo que tardaban en cada paso del proceso, el tipo de barricas que se utilizan para cada tipo de vino, el etiquetado y embotellado de cada variedad, siguiendo las pautas del Consejo Regulador, y el envejecimiento en botella, que debe ser colocada con una inclinación de dos grados para que el vino siempre  esté en contacto con el corcho. Aprendimos un montón de datos y curiosidades sobre el mundo del vino, ya que, al menos yo, no estoy muy familiarizada con el mundo de la enología, por lo que todo me resultó nuevo e interesante.


Tras la visita, pudimos asistir a una cata de tres de sus vinos: roble, crianza y prima. Nos enseñaron a diferenciarlos de forma visual (cuanta más fermentación tenga el vino, más oscuro y opaco es), cómo se debe oler y catar para poder captar de la mejor forma todos sus aromas y sabores. 

Una vez abrimos el apetito con la cata y el aperitivo que la acompañaba, fuimos al restaurante, donde nos esperaba un menú castellano, maridado con dos de sus vinos, que nos pareció delicioso por combinar tradición y modernidad.

Tabla de cecina de buey, queso ahumado y aceite Arbequina

Morcilla crocante, crema de manzana y alioli de piquillo

Sopa castellana

Lechazo asado, que venía acompañado de ensalada de la huerta

Torrija caramelizada con helado de canela y menta fresca

En resumen, os recomendamos este plan tan completo en Bodegas Portia porque, además de pasar un gran día realizando una actividad fuera de la rutina, aprendimos mucho sobre el mundo de la enología y disfrutamos tanto los vinos como los platos del restaurante. ¡Repetiremos seguro! 

2 comentarios:

  1. me han encantado estas fotos, Gracias por compartir. Feliz año 2018.
    besitos!

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    1. Muchas gracias Aniña, la verdad es que fue una experiencia 100% recomendable, ¡gracias por tu comentario y feliz año! :-)

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