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lunes, 24 de febrero de 2020

Restaurante Old School


Hoy os vamos a hablar de este pequeño restaurante del centro de Madrid llamado "Old School", situado en la céntrica calle Palafox, muy cerca de la Plaza Olavide, en pleno barrio de Chamberí.

Se trata de un restaurante temático ambientado en el mundo del skate, con decoración por las paredes, e incluso una pequeña tienda de accesorios. Además, también cuenta con una escuela de skate para los más pequeños, y es que el local tiene una pequeña rampa para enseñarles, en la cual, a la hora de comer y cenar, suele haber colocada una mesa.



Es un local cuyos platos son todos caseros, y está especializado en hamburguesas. Fuimos recomendados por unos amigos que lo habían probado y nos dijeron que estaban buenísimas, y no les faltaba razón. 

Mexican Tour

Como entrante, pedimos para compartir unos nachos (con salsa de queso cheddar, guacamole casero, pico de gallo y chili casero al bourbon, el cual cocinan a fuego lento durante más de tres horas). Nos gustaron muchísimo, sin duda los recomendamos, y cabe destacar que también tienen una versión vegetariana y otra vegana.

Hamburguesa Berrics

Hamburguesa Dylan Rieder

Hamburguesa Miss Julio

De segundo pedimos varias hamburguesas, la que más nos gustó fue la Berrics, uno de sus clásicos, con doble de carne de ternera ecológica al bourbon, queso cheddar, bacon y salsa barbacoa. Nos encantó porque la carne estaba muy tierna y jugosa y la combinación de queso cheddar fundido con bacon siempre es un acierto.

También probamos la hamburguesa Dylan Rieder, con guacamole casero, buenísimo también, y la hamburguesa Miss Julio, la más original de todas, con dos gofres en vez de pan de hamburguesa. La mezcla de dulce-salado era muy original, recomendable probarla al menos una vez por ser un plato diferente a lo habitual.

Tarta de chocolate con crema de cacahuete

Tarta de zanahoria

De postre pedimos dos tartas para compartir: de zanahoria (nuestra favorita) y de chocolate con crema de cacahuete. Ambas son caseras y nos gustaron mucho como toque dulce para acabar la comida.

En definitiva, es un restaurante pequeñito con muchísimo buen rollo, la comida está buenísima y de gran calidad y el ambiente es muy bueno. El personal nos recomendó las mejores hamburguesas y postres y se preocupó de que no nos faltara de nada.

Bon appétit!

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