Restaurante Buey Bistró

Hoy os vamos a hablar del restaurante "Buey Bistró", un restaurante situado en el madrileño barrio de Goya, y que pertenece a los mismos dueños de su vecina "La Bistroteca", a tan sólo unos metros de distancia, con la que comparte parte de su carta.

El local es pequeño, no tiene muchas mesas (por lo que te recomendamos reservar con antelación) y está decorado de forma sencilla y acogedora, en tonos neutros y sin muchos adornos.

Fuimos allí por recomendación de un conocido, que nos dijo que la carne estaba buenísima, sobretodo las hamburguesas y los chuletones. Antes de nada, pedimos un par de entrantes: tequeños con salsa rosa y guacamole con totopos caseros.

Guacamole casero

Totopos caseros

Tequeños

El guacamole lo preparan en el momento en la mesa, añadiendo cada ingrediente sobre un cuenco de piedra volcánica, que nos contaron que era antioxidante y ayudaba a que el aguacate mantuviera todas sus propiedades. Había opción de darle un toque de pescado añadiendo anguila ahumada, pero como era la primera vez que lo probábamos, preferimos pedir el clásico. 

Los totopos que acompañan al guacamole también son caseros, muy crujientes, nos gustaron mucho, igual que los tequeños, también caseros, crujientes por fuera y rellenos de queso fundido, ¡riquísimos!

Hamburguesa La Gansa

Hamburguesa New York Cheese

De segundo plato, pedimos dos hamburguesas, la gansa, con 100% carne de vaca rubia gallega, cebolla caramelizada, foie fresco a la plancha sobre mayonesa ahumada y rúcula. La otra hamburguesa que pedimos es la New York Cheese, con chutney de bacon, salsa barbacoa, lechuga y quesos fundidos en raclette que te sirven en la mesa, ¡es toda una delicia!

Ambas, como os comentábamos, están hechas con carne de vaca rubia gallega a la brasa, lo que le aporta muchísimo sabor, y teniendo en cuenta la gran calidad de la carne, al cocinarla se queda muy jugosa, es de las mejores hamburguesas que hemos probado en Madrid sin duda.

Milhoja de nata y crema

De postre pedimos para compartir una milhoja de nata y crema (ambos se notaba que eran caseros), que fue el broche perfecto para una cena de 10, muy recomendable para terminar la cena con un toque dulce.

Bon appétit!