Hace tiempo que queríamos conocer alguno de los restaurantes y terrazas que la marca de ropa y complementos Salvador Bachiller tiene en Madrid, ya que se han puesto muy de moda en la capital y todo el mundo habla de ellos.
Nos decidimos por ir a El Invernadero, porque por la noche no hace ya tiempo de terraza (¡aunque iremos el verano que viene seguro!), situado en plena calle Gran Vía, casi en Plaza de España, su escaparate llama mucho la atención por los árboles amarillos situados a ambos lados de la tienda.
La planta baja es una tienda normal de la marca, con ropa, bolsos, complementos, artículos originales para regalar, menaje y decoración para el hogar... donde puedes echar un vistazo antes de bajar al restaurante situado en la planta del sótano.
Ya en las escaleras se puede apreciar la decoración que prevalece en todo el restaurante, lleno de plantas verdes muy grandes, grandes espejos y cristaleras y luces tenues que invitan a entrar en un ambiente agradable.
Al comenzar la cena nos dimos cuenta de que todo el menaje (platos, vasos, cubiertos...) los venden en la planta de arriba, en la zona de la tienda, y hubo varios platos y vasos que nos encantaron, así que si te pasa igual, siempre puedes comprar unos iguales para tu casa. Para empezar nos trajeron como aperitivo un tapenade de aceitunas negras con regañás para untar a modo de paté.
Tapenade de aceitunas negras |
Después, pedimos varios platos para compartir, así pudimos probar más diferentes y valorar mejor el local. El primer entrante que pedimos era un tartar exótico de salmón con mango y aguacate, con un ligero toque picante que nos gustó mucho. Continuamos con unos rollitos de langostinos y saquitos de cangrejo, acompañados de una salsa agridulce deliciosa, ¡este plato os lo recomendamos sin duda!
Tartar exótico |
Rollitos de langostinos y saquitos de cangrejo |
Continuamos con unas mini hamburguesitas de Wagyu con 4 salsas, venian acompañadas de queso brie, cebolla caramelizada y un cuenco de patatas paja. Las hamburguesas en sí estaban muy ricas, la carne al punto, el queso se derretía con el calor de la carne... pero la verdad es que las salsas no se apreciaban demasiado, nos supieron las cuatro iguales, ricas pero iguales.
Mini hamburguesitas de Wagyu con 4 salsas |
Por último, pedimos sushi marino, compuesto por sushi de atún y de salmón rellenos de tartar. Estaban muy suaves de sabor y con un montón de sabores diferentes que quedaban genial unidos. Es otro de los platos que no os podéis perder.
Sushi marino |
La verdad es que la comida estaba bastante rica, salimos contentos, el ambiente es muy agradable y la decoración nos pareció preciosa, quizás el coste es algo elevado para la cantidad de comida que es (aunque no nos quedamos con hambre, salimos bastante llenos, la verdad), pero también hay que tener en cuenta que el local tiene una situación inmejorable. En resumen, es una gran opción para pasar un rato agradable y sólo por ver el local merece la pena que vayáis a conocerlo.
Bon appétit!
fotazas! besitos!
ResponderEliminar¡Muchísimas gracias guapa! :-)
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