También lo venden fresco, para los más experimentados, así como cordero y lechazo, y te lo envían a casa por mensajero sin pagar gastos de envío adicionales. Fácil, ¿verdad?
Nosotros recibimos cochinillo preasado y viene envasado al vacío con un sobre de salsa (hecha a base del jugo del propio cochinillo) para calentar aparte y servir al gusto.
Junto con tu pedido recibes una tarjeta con las instrucciones de cocinado, en nuestro caso sólo debíamos precalentar el horno a 180º, colocar el cochinillo sobre la rejilla con una bandeja debajo que recoja el jugo que vaya soltando al terminar de cocinarse y esperar a que se dore de forma uniforme durante 20-30 minutos.
Tras este tiempo, para conseguir que la corteza se quede dorada y crujiente y sea como los típicos cochinillos segovianos, hay que cocinarlo a 200º durante 5-10 minutos más, dependiendo de tu horno, así que hay que vigilarlo de vez en cuando para sacarlo en su punto.
Mientras se termina de cocinar, hay que mezclar el jugo con 5 cl de agua y calentarlo en un cazo para vertirlo después sobre el cochinillo.
Nuestra experiencia fue espectacular, se nota que son una empresa segoviana y saben reconocer la calidad de sus productos, porque al comer su cochinillo es como si te transportara a un restaurante al lado del acueducto, ¡riquísimo!
Tras seguir sus instrucciones, el cochinillo quedó muy tierno por dentro pero con la piel crujiente, algo que, para los que hayáis probado a cocinarlo anteriormente, sabréis que no es nada fácil, y el sabor es muy suave y meloso, ¡se deshace en la boca!
Sin duda fue una gran experiencia que pensamos repetir, tanto por su comodidad y rapidez de preparación, como por su sabor. Nos parece una gran idea para fiestas y eventos con familiares o amigos que podamos tener (¡no sólo para Navidades!) y para darnos un homenaje de vez en cuando, ya que se adapta a tus necesidades porque puedes comprarlo en cuartos, mitades o la pieza entera.
Bon appétit!
No hay comentarios:
Publicar un comentario